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Servicios y Todo
La familia Morales
La familia Morales vivía en Mexicali.
El papá, Pedro, era un ingeniero mecánico. Su esposa, Ana, administraba del hogar con sumo cuidado.
Tenían tres hijos: Diego, Sofía y Juan.
Vivían en una casa de 2 pisos en Puerta de Alcalá que Pedro pudo comprar después de muchos años de trabajar.
Tenían algunos objetos valiosos, incluyendo un collar de oro de Ana que le fue heredado por su abuela.
Llega el calor
Un día, los Morales enfrentaron un problema enorme.
Su aire acondicionado se descompuso en medio de una ola de calor, y necesitaban que un técnico la reparara.
Y ya sabe lo horrible que es el calor aquí en Mexicali: sudor, moscos, y ni un soplo de aire para mover las hojas de los árboles.
Bueno, un técnico había robado algunas joyas el año pasado. Así que se sentían incómodos con dejar su hogar sin vigilancia durante la reparación. En especial, se preocupaban por el collar de oro de Ana.
Pero Pedro hizo un plan: escondió el collar de Ana en un lugar secreto en el patio trasero.
El técnico
Buscaron servicios de mantenimiento del hogar en Mexicali y escogieron a Servicios y Todo.
Cuando el técnico llegó, Pedro y Ana le mostraron el aparato descompuesto y explicaron sus preocupaciones — no querían que su familia pasará otra noche cocinándose vivos.
El técnico, que también era un papá, entendió sus preocupaciones y les aseguró que la arreglaría ese mismo día.
Incluso dejó que los niños lo observaran mientras trabajaba. Les explicó cómo funcionaba el filtro y otras partes.
La familia le agradeció cuando arregló la máquina.
El perro y el collar
Pedro fue al jardín por el collar.
Pero no encontró nada.
Estaba a punto de entrar en pánico, pero de repente vio a un perro jugando en la calle con un objeto brillante en la boca.
¡Era el collar de oro de Ana!
Pedro le gritó al perro y corrió hacia él. El perro también comenzó a correr — pero en dirección opuesta.
El técnico vio esto y se unió a la persecución.
Y sí, varias personas vieron a estos dos hombres adultos persiguiendo a un perro.
La lección
Después de este evento ridículo, la familia Morales aprendió una valiosa lección:
No hay porque esconder collares de oro en el jardín si llamas a un servicio de mantenimiento de confianza como Servicios y Todo.
Les gustó el trabajo y el profesionalismo del técnico. También que ayudó a corretear al perro.
También aprendieron a nunca subestimar a un perro travieso.